Wednesday, March 31, 2010

VACLAV HAVEL CONDENÓ LA DETENCIÓN DE OSWALDO ALVAREZ PAZ



El dramaturgo y ex presidente de la República Checa Vaclav Havel, condenó hoy la detención del opositor venezolano Oswaldo Álvarez Paz, uno de los más duros críticos del Gobierno de Hugo Chávez, y pidió su inmediata liberación.
“Vemos con asombro y preocupación el arresto del doctor Oswaldo Álvarez Paz, ex gobernador del estado de Zulia, ex presidente de la Cámara de Diputados y ex candidato presidencial venezolano, y pedimos a las autoridades de Venezuela su inmediata liberación“, indica Havel en su misiva.
La solicitud la suscriben también Mijaíl Kasiánov, antiguo primer ministro de Rusia; Don McKinnon, ex secretario general de la Commonwealth; Carlos Alberto Montaner, disidente cubano; Humberto Celli, quien fuera presidente del Parlamento Latinoamericano, y el ajedrecista Gary Kasparov, activista político ruso, entre otros.
Anteriormente, críticas similares fueron formuladas por organismos e instituciones internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Human Rights Watch o Freedom House.“Pedimos el retorno efectivo de las garantías constitucionales en Venezuela, la defensa de los principios de la Carta Interamericana Democrática, a la vez que afirmamos nuestro compromiso de seguir vigilantes de la delicada situación de la libertad de expresión y la gobernabilidad democrática en Venezuela”, añade Havel en su carta al Ejecutivo de Caracas.
Kasiánov y Álvarez coincidieron en la reunión de 2008 del Foro 2000, un “think tank” (depósito de ideas) creado por Havel y que congrega cada año a numerosas personalidades de la política mundial.
El ruso y el venezolano “tuvieron una larga y provechosa reunión sobre la situación de los derechos humanos en ambos países”, declararon a Efe fuentes próximas a Havel.
Álvarez Paz, de 67 años, fue detenido el 22 de marzo, poco después de pedir en el programa de televisión “Aló Ciudadano”, transmitido por el canal opositor Globovisión, que se investigara la supuesta relación del Gobierno de Caracas con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y la banda terrorista ETA.
Tras ser denunciado por la Fiscalía General de Venezuela por supuestos delitos de conspiración, instigación pública a delinquir y difusión de información falsa, fue ordenada la detención y el juicio contra Álvarez Paz, “lo cual puede acarrearle una condena de hasta 15 años de prisión”, añadieron las fuentes.
Vía EFE

Saturday, March 27, 2010

BAJO LA LLUVIA Y LA MUERTE: Luis Felipe Rojas


Del blog: Cruzar las Alambradas (Periodismo Independiente)


En medio del sopor y la desgracia, el día en que se velaba el cuerpo de Orlando Zapata Tamayo el cielo se abrió sobre el pueblo de Banes. No hizo más que caer la tarde y las nubes se acomodaron solitas para empapar el humilde barrio que está pegado al cementerio La Güira.Un patakín (leyenda) de la religión Yoruba dice que los orichas le dejaron al hombre un regalo: la lluvia, la lluvia sobre los ojos. Es por eso que siempre llueve cuando alguien muere.Esta vez llovió en la noche banense, holguinera y cubana. Los ojos se llenaron de lágrimas por la impotencia y el dolor por el hermano que se iba, pero aún así, al otro día, cuando cantaron los primeros pájaros del alba un constante aguacero limpió las calles de Banes. Fue el primer chaparrón en muchos meses.Los muertos empezaron a salir de los calderos de Reina Luisa Tamayo Danger para acompañar el cuerpo del negro Zapata hasta el viejo cementerio de La Güira. En otras partes del oriente cubano rompió a llover bien temprano.Cuando escampó sobre la media mañana, Cuba tenía un rostro distinto.Zapata se iba con los enfumbis (muertos) a correr por los trillos que desbrozó cuando niño.

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De: Milagros Mata Gil, (escritora venezolana)



LA ÍNTIMA PENA POR LA MUERTE DE ACOSTA

Cuando regresé a El Tigre, hace ya dos años, muy quebrantada por las circunstancias de la vida, llegué a vivir en una casa alta, cálida y silenciosa. Perfecta para la restauración, rodeada de personas silenciosas y educadas que comprendieron mi necesidad de enclaustramiento cuasimonástico.Entonces, conocí a Acosta. Eravigoroso, aventurero, enamoradizo, por lo visto con mucho éxito. Y amable. Se dejaba acariciar y correspondía gentilmente a las caricias.De cuando en cuando mostraba un temperamento colérico y alarmista,pero en realidad nadie lo tomaba en serio.Había llegado a esa casa algún tiempo antes y se desconocían las condiciones de su vida antes de eso, pero, por lo visto, no habían sido muy buenas que dijéramos. Aún le gustaba perderse un tiempo lejos de la rutina doméstica y en ocasiones regresaba maltratado y lleno de magulladuras de esas aventuras. Personalmente, sentía que él me cuidaba y me trataba como lo que era: una persona frágil y de sonrisa devaída. Pero no se preocupaba excesivamente, porque intuía que podía salir adelante "con un poco de ayuda de mis amigos". No tenía muchos contactos sociales entonces y no es posible decir que los tenga ahora,aunque, por supuesto, tengo más que entonces. Así que mis amigos estaban lejos, o muertos, o, simplemente, no estaban en el orden de mis intereses. Leía algo. Veía televisión y, cuando salía a caminar o a comprar alguna cosa, Acosta me acompañaba a menudo.También a menudo, cuando regresaba de mis más largas gestiones: el supermercado, el banco, las compras varias y algún trabajo que intenté realizar, Acosta estaba fuera, esperando que alguien abriera la reja de acceso y yo lo hacía, no sin llamarle la atención por esas ausencias aventureras. De una de ellas, llegó con una oreja casi desprendida. No lo vi sino después, cuando el ingeniero Simón había ejercido allí una cirugía brutal, cercenándole la oreja. Acosta no pareció afectarse mucho y, como la naturaleza es sabia, pronto se adaptó a la nueva situación. El ingeniero decía que ese efecto le causaban a los machos las muchas aventureras femeninas y decía, entre recriminador y orgulloso, que Acosta había empreñado a unas cuantas por los alrededores. En fin, que Acosta siguió con su vida y el advenimiento de otros habitantes no solamente no lo inquietaba, sino que contaba con por lo menos dos oyentes, jóvenes que escuchaban anhelantes el relato de sus aventuras.Ahora, Acosta murió. Hace poco más de una semana, llegó maltratado,como si hubiera sido atropellado por un automóvil. Al principio, fuera de la lentitud de sus movimientos, comía y bebía con cierta normalidad. Después, prefería permanecer echado en algún rincón. Comía y bebía si le llevaban la comida. María José comenzó a darle desde un principio antinflamatorios y parecía ayudarlo. Trataba de recuperar la normalidad, inclusive un día salió, pero muy brevemente. Pero se fue agravando, sin quejarse, muy dignamente.Después, comenzaron los vómitos. Traté de examinarlo, pero necesitaba radiografías, creo, y no era posible hacérselas. Así que me sentaba un rato a su lado, acariciándolo un poco, hablándole un poco. Y él me escuchaba, mirándome con unos ojos tristísimos, pero sin quejarse, ni responder más que moviendo la cola débilmente. Ayer por la tarde, me invadió una tristeza de muerte. Me acosté un rato y, cuando desperté, Acosta había muerto. Fue un suceso que nos dolió a todos: María Enriqueta y María José prepararon todo para enterrarlo. Carlos Juan cavó la fosa en el patio. Luego, pusieron el cuerpo de Acosta, que ya estaba rígido, sobre una sábana que cerraron y lo llevaron a enterrar. Lo que más me sorprendió fue la conducta deToby Ramón, el otro perrito. Es joven, no había visto la muerte, Acosta era su amigo y su mentor y ahora, veía que lo metían en un hueco. Iba de un lado a otro, buscando el rastro de Acosta, asomándose para ver si volvería de la calle, como siempre. Estaba muy triste,pero también desconcertado.Esta mañana, me levanté como cada día, limpié como cada día. Tenía restos de comida y pensé dárselos a Acosta. Entonces sentí el dolor.Caminé hasta el rincón donde lo enterraron y me quedé un rato allí, desconcertada. Acosta había sido un amigo, un protector, un perro amarillo, grande y sólido, un aventurero buscapleitos. Pero también parte de nuestras vidas. De la mía, por lo menos, durante dos años,pero él debía tener unos seis años y aún hubiera podido vivir algo más. Sin embargo, esas decisiones están fuera de nuestro control.Algunos dicen: "mientras más conozco a los hombres, más quiero a miperro". Lord Byron hizo enterrar a su perro en un mauseleo donde grabó: "Aquí yace un ser que tenía todas las virtudes de los hombres y ninguno de sus defectos". Recordé mis tiempos en Clarines, con los ocho perros y cómo el Chuto apenas si le sobrevivió al Kike unos meses. Debí haberme traído a la cachorra de Malta, la Gordita, que me miraba tristemente cuando Hugo se la llevó. Pero no era entonces la persona más indicada para atenderla.Lo cierto es que Acosta debe estar en un cielo especial de los perros,rodeado de perras que se desviven por su atención y comiendo ricos guisos de pescuezos de pollo, o cualquier otra cosa que le gustaba siempre más que la perrarina. Y nosotros tenemos un hueco: el de su ausencia.

Milagros Mata-Gil de Carnevali 19 de Julio del 2009
ILUSTRACIÓN TOMADA DE INTERNET, NO ES DE ACOSTA,
LAMENTABLEMENTE. tc.

Monday, March 22, 2010

ALICIA BELIS



HOMENAJE ( 1927-2010 ) ALICIA BELIS, Argentina


Recibí estas hermosas fotografías de la poeta argentina, Gabriela Abeal, nuestra colaboradora en este blog. Hoy, para los lectores estas fotos de quien compartió una parte de su vida, ya alejada del escenario junto a la poeta Gabriela. Las gráficas son elocuentes y es una época que marcó la juventud de Alicia fallecida en fecha reciente al lado de su hijo Carlos, su nieta y Gabriela y demás familiares, en esa Argentina del tango y la música, del gaucho y las pampas y esa callecita nombrada Corrientes que todos hemos oído nombrar en la voz de sus cantantes y poetas. Traigo este tiempo como volver al pasado, un regreso a lo ido y al tránsito breve de la vida, en esta tierra alucinada y envuelta en conflictos y búsqueda de las libertades democráticas. Con fervor en la amistad. TC.

Sunday, March 14, 2010

LA NATURALEZA DEL PECADO, Alberto Barrera Tyszka, Venezuela.



EL NACIONAL - Domingo 14 de Marzo de 2010
Siete Días/7

Siete Días
La naturaleza del pecado
Es probable que una de las cosas que más me haya alejado del catolicismo sea su relación con el deseo, con el placer, con el cuerpo

ALBERTO BARRERA TYSZKA mailto:abarrera60@gmail.com
En algún momento de mi vida quise ser sacerdote. Todavía no sé claramente por qué, pero ninguna vocación es pura y, ahora, supongo que un manojo de razones pudieron llevarme a las puertas del seminario. Ejemplos: era un renacuajo de 18 años y quería salvar al mundo. O también: no tenía ni idea de quién era yo ni de lo que era el mundo. Más: había sido educado en la fe católica, quería irme de mi muy católica casa, en fin... Esa es una de las ventajas de ser joven: lo inexplicable tiene muchos permisos. Equivocarse puede ser una virtud. Así fue como entré al seminario de los jesuitas. Un mes antes de cumplir los dos años, fecha en que debía hacer los votos, me salí. Estaba furiosamente enamorado de una María que, en muy pocos meses, había derrumbado las ofertas de esa civilización que es la Compañía de Jesús. Recuerdo todavía una broma con la que los pichones de curas solíamos ablandar dudas mayores. Siempre remedábamos la fórmula del compromiso de los votos recitando "pobreza, obediencia y brabrebrá". La última palabra iba siempre apurada, en voz baja. Era un tropiezo incomprensible de consonantes. La última palabra era, o al menos debía ser, "castidad". Pero todo hay que decirlo: nunca fui tan deseado, cortejado y abordado por las mujeres como en esos años. Corrían los tiempos de la Teología de la Liberación, éramos unos jóvenes de izquierda, andábamos con el pelo largo, en sandalias, en bluyines y franela, pateando el barrio donde vivíamos, organizando comunidades. Pero éramos, sobre todo, prohibidos. No había una sola muchacha que no quisiera, aunque fuera como juego, tentar o provocar a alguno de los que estaban estudiando para ser curitas. La castidad, ciertamente, era un trabalenguas, un infierno impronunciable. Con los años y con la vida me fui convirtiendo en un hombre sin dios y sin iglesias. Mi mejor religión es la casualidad. Tengo más fe en mis amigos que en los santos. Es probable que una de las cosas que más me haya alejado del catolicismo sea justamente su relación con el deseo, con el placer, con el cuerpo. Han pregonado tantas veces a un dios castigador, que anda de fisgón, persiguiendo el goce ajeno. Se han dedicado, en demasiadas ocasiones, a promover y a distribuir la culpa. A veces, sólo permanece la sensación de que ­incluso en sus ritos­ hay más tortura interior que alegría. Como muchos, en algún momento, se me cayó la brújula y me reconocí más terrenal y pagano. Ahora me resulta totalmente absurdo que el lugar donde no hay cuerpo sea un paraíso. Pero el tema religioso todavía me sigue interesando mucho. Quizás es una forma de mantenerme en diálogo con el pasado. Decía Heinrich Boll, excelente escritor y ferviente católico, que lo único malo de los ateos es que, con demasiada frecuencia, quieren hablar de dios y de la iglesia. Pienso y escribo todo esto después de leer las declaraciones del padre Federico Lombardi, vocero del Vaticano. Ante la avalancha de denuncias por casos de sacerdotes pederastas, el reverendo Lombardi trata de enfrentar los cuestionamientos diciendo que: "Toda persona objetiva y bien informada sabe que el tema es más amplio y que concentrar las acusaciones sólo en la Iglesia saca a las cosas de perspectiva". Es sorprendente cómo quienes, desde los altares de la moralidad, han pretendido controlar y administrar hasta la vida privada del prójimo, sean de pronto tan benévolos, tan prudentes, tan flexibles, cuando se trata de enjuiciar su propia intimidad. Es más rentable vivir de la debilidad ajena. Por si fuera poco, celebra y elogia, Lombardi, esta semana y desde el Vaticano, la respuesta "rápida" y "determinada" de la Iglesia ante las denuncias de abusos sexuales contra niños o adolescentes cometidos por sacerdotes. Estas palabras podrían pasar como una retórica más de cualquier representante de un Estado corrupto si no fuera porque tratan de enfrentar por lo menos 500 denuncias de abusos que han empezado ahora a surgir en Alemania, Irlanda, Austria y Holanda. Algunos de los casos señalados ocurrieron hace 40 o 50 años. Eso, tal vez, es lo más brutal de todo el proceso: el silencio cómplice, la omisión. La velocidad que tanto aplaude Lombardi, en realidad, quizás sea un delito. Las pruebas de la fe suelen ser muy exigentes. Ahora resulta que la naturaleza del pecado también puede ser discrecional: ¿qué es peor para un adolescente? ¿Usar preservativos o ceder ante las ansias sexuales del padre espiritual de su colegio? ¿Qué hay que hacer, hoy en día, para no perder el cielo?

Thursday, March 11, 2010

Poemas de Marijó Pérez Lezama, Venezuela.



Zalema (entredós)

Primero fue el agua
dulce
y
eterna

luego
la certeza de tus brazos
allegados al fuego
mis pezones que flechan tu pecho

hoy
el tiempo de mi cuerpo
entre tus labios
(mi dios
mi rio)
sierpe bruna
entre muerte
y
muerte
………………..
Requiebro (a un gentilhombre)

Te quiero hasta los pájaros más fuegos
miniaturas de tiempo
y
desnudos
estrellas sus plumas
s o b r e
m í
hacia el horizonte de mi boca
incendiada en tus cabellos

……………………..
Sorbo
Me haces mujer
que sueña arrebatada

al borde de un ángel antiguo
te ganas mi vida
con suspiros de monje
llanto de recién nacido
y
con el gozo de uvas
que labras circular
entre mis senos
revueltos a morir

Cántico (perversidad)

Ansío mi rostro
antes de apartarme del fervor rojo
(antífona del deseo)
de tus mirlos
viajeros
solos
de ida

e x p u l s a d a

de tus huesos desvelados
de tu espectro sedicioso
hasta la cosa
te dejo muriendo transparente
como los reyes de marzo





Wednesday, March 10, 2010

DOS POEMAS (Delfina Acosta, Paraguay)




Será tal vez el alma lo que duele
porque siendo verano paso frío.
Como una gota se cayó y rodó
mi alma en la escalera de un altillo.
Ayer estaba alegre y contagiosa.
Hoy mi ojo triste en el espejo espío.
Por la salud de todas tus amantes
hago sonar mi copa contra el piso.

¡Noches de amor y ni una medianoche!

Las penas se me van con los vestidos,
mi maldición en balde y el veneno
que bebo de mi cáliz los domingos.

¡ Rodó la gota por las escaleras !
No se me pasa el alma con suspiros.
La pena es ese pájaro que trina
sobre una rama y canta, a Dios, divino.
II (Poema)

Recuerdo el viento eterno de otras tardes.
Tocando castañuelas prodigiosas
le daba larga cuerda a mi niñez.
Yo le pasaba alegre mis cabellos, mi falda, y él, jugando,
se los daba al perro que ladraba tras de mí.
Correr, reír, morir de golpe sobre el liso pasto,
la colina aquella, el verdadero mundo a la intemperie,
en donde el sol echaba mil monedas.
Después, de flores sucia todavía,
volver a la casona mansamente.
Mi voz quedó colgada de las ramas.
Mis ojos se vaciaron en garúas.
También perdí mi nombre.
Nada! Nadie! Soy yo sin la niñez de mi alegría.
Delfina Acosta
Paraguay - 1956

Friday, March 05, 2010

Poemas de Pedro Pablo Pérez Santiesteban, Holguín, Cuba.


La poesía es un remanso para apoyar el cansancio de vivir, agobiados por tantas cosas que suceden día a día. A veces la dejamos para después y subimos cualquier noticia que creo se debe destacar, dar a conocer, promover y mucho más cuando de los derechos del ser humano, se trata. Cuando, de alguna forma u otra nos duele lo de Chile y Haití, como un recordar del Universo al hombre prepotente, de la fragilidad nuestra ante la naturaleza, ante un Dios que nos supo crear diferentes y que es imposible confundirnos unos con otros entre tanta gente. Hoy, como siempre, porque siempre ha sido leal con este blog, tenemos para el lector unos poemas de Pedro Pablo, espero los disfruten como un regalo de fin de semana y si desean pueden dejarle comentarios. Desde aquí volveré, con otros poemas que tengo reunidos para ustedes y les dejo mis correos: teresacoraspe@cantv.net, teresacoraspe@gmail.com


Imagen final

Traté de buscarte por la calle de la esquina rota
cerca del malecón de los amores.
No había sol, tampoco luna
un ocaso se vestía de lluvia
al encuentro fugaz del desamparo.

Allí quedamos la última vez
con sal y roca en las miradas
respirando un aire sin oxigeno
limpiando con besos nuestro llanto.

Allí te tengo
Allí me tienes

Pedazo de cartón

Tírame de aquel pedazo de cartón
donde quedaron nuestros nombres.

Rómpeme un poco más allá de los recuerdos,
del brote de la hoja viva de una semilla muerta.

Déjame donde mismo me encontraste,
no intentes hacer de mi nostalgia
el velo gris que cubre nuestras puertas.

Tírame de aquel mismo pedazo de cartón…
donde quedó moribundo nuestro semen

Mariposa

Mariposa de anchas alas
de colores tristes subiendo por las aires
con cabeza extendida sobre jardín ajeno
mariposa de otros tiempos
llévame contigo a recorrer caminos
seré obediente
y buscaré en el centro de tu cuerpo
la fibra que teje con soltura la palabra del silencio.

Mariposa ausente…
levanta vuelo despacio,
que invisible voy sobre tus alas..
Del poemario inédito Apuntes.

Sudores


En el sudor de pierna abierta
se esfumó mi cuerpo

buscando la guarida
donde lengua y seno hicieron

superficie
de lejana profundidad

sobre la almohada.

Del libro inédito Espacios
Nota de otoño
01/11/2010/ 6:30am

Aún cuando quise ver
tu cercanía
el espacio imperaba
en la mirada

Te busco
y sólo encuentro
el espejo vacío
de tu alma…






Monday, March 01, 2010

UN POEMA DE JORGE BOUSOÑO, (La Habana, Cuba)




SEXTO SENTIDO
Es hora ya
de respirar
sin el olor a tu piel
de mirar
sin la cuestionada y fija picardía de tus ojos
de tragar
sin el sabor a tus labios
de escuchar

sin la incoherencia de tus cuentos mal contados
de andar
sin el deseo de tocarte
de apretarte fuerte contra mi pecho
En fin, es hora
de perderte en un poema.

© Jorge Bousoño La Habana