3 de Abril 2006 ¡Mira qué rápido va el tiempo, cara amiga! De él no sé, con tantas preguntas que han quedado sin responder y que no responderá, según actúa siempre. Durante más de tres años yo soñaba que construía la pareja perfecta, delimitada por la poesía, un hombre, una mujer, como signo de perfección para acunar el Amor. Este ideal de la mujer y el hombre es lo verdaderamente grandioso sobre la tierra, en esto creo; más no todo es así y surgen grandes contradicciones entre lo que es considerado ideal, y no lo es. Luego vino el silencio y devoró toda palabra, llenó la boca de la mujer con agua de sal ácida; ella se fue porque miró hacia atrás y ahí quedó, mirando, mirando cuando las rosas eran esparcidas sobre el fuego sagrado de los dioses. Yo después vi un río oscuro a mi diestra y los caminos cerrados por orlas de azufre como si fuera el infierno a mi paso y seguí. Luego aquí estoy, describiendo la tempestad que viene de adentro, helada y cruel por un camino sin refugio. Él no existe, fue otra mentira de Lou que construye los sueños y los esparce por la vida para cambiar la realidad. Ahora sigo sin entender cuál realidad es la que vivo; cuál la que sueño. Me llamo Lou, ¿o es que acaso ella no ha muerto?
Entonces, ¿quién soy realmente? La memoria perdida no me deja recordar quién soy en verdad, pero él: ¿quien es?.
PD: Intentando, brujito, intentando...
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