Monday, September 18, 2006

ENTREVISTA


Teresa Coraspe
Con el puñal y el verso en la lengua
José Vicente Mariño y Carlos Yusti

- ¿Tiene fama de peleadora, es sólo fama o es la pura y llana verdad?- Bueno, no sé si soy peleadora, pero creo que es más fama que otra cosa.
Lo que sucede es que digo la verdad a las personas y a estas no les gusta que le digan ciertas cosas. Mucha gente prefiere mentir, detesto la hipocresía y no me gusta mentir, ¡ajá!. Lo que pasa es que a la gente le fascina el chisme, le gusta etiquetar. No sé, tejen comentarios cada vez que han querido sacarme de algún sitio, sea porque soy inconveniente o me consideran algo peligrosa.
- ¿ La poesía es una forma de comunicación?- Eso depende. Pienso también en el hecho de escribir poesía hacia adentro, ¡verdad!. Poesía hacía lo profundo. Intima. En algún momento de tu vida puedes también escribir una poesía que se apoye en cuestiones externas, ¡verdad!. El poema es una manera de expresarte en un momento determinado y eso no tiene nada que ver con la rebeldía, o los pleitos domésticos, o con nada en especial. La poesía es una vivencia sin método donde interactúa mucho la sensibilidad, la pasión.
- ¿Cómo té iniciaste en la poesía ?
- No sé de repente. En un momento de mi vida sentí la necesidad de escribir, me estaba ahogando. No encontraba salvavidas y me agarré de la poesía.
- ¿Cuándo empezaste?
- Desde niña, cuando me dieron el primer beso, me pareció extraordinario; además lo escribí.
- ¿Tiene alguna manía para escribir?
- Me gusta escribir con un lápiz negro, manía no sé. La manía es la necesidad de escribir, de hacerlo y ya.
-¿Espera que venga la musa?- Primero no creo en la musa. He tenido muchos escritores aquí en mi casa, quienes desde por la mañana se sentaban y que a escribir. Pasaban todo el día concetrados, mientras yo estaba haciendo desayuno para ellos. Eso me sorprendía.
- ¿Y sus amigos lograban escribir?- Ellos si, pero tenían que sentarse por la mañana. Mi amor yo lo siento, yo hago arepas, como, cocino, me baño; bueno hago de todo; pero en estos días he tenido unas ganas de hacer algunas relecturas y de escribir como loca. Lo estoy haciendo. Pasé casi ocho meses inactiva con relación a la escritura y no así con la lectura porque el día que yo pase sin leer, me da algo, me muero.
- ¿Ha estado releyendo a Henry Miller y a su gran amiga-pasión Anäis Nin?- Me fascina porque es la vida. Además ellos también son la literatura tanto en la vida como en la literatura, existe una fusión increíble. Son muy pocos los escritores que han logrado entrelazar la vida y la literatura en un mismo ritmo, en una misma pulsación. Realmente eso es fascinante, es un estímulo para cualquier escritor releer las cartas y principalmente los diarios.
- ¿Todavía Las Fieras se dan golpes de pechos?- Por supuesto, claro que sí. Golpes por ahí, por allá, bueno a veces a la defensiva, para recordarle a la gente que uno en el fondo sigue siendo la misma.
- ¿ Tuviste dificultades para publicar tú primer libro?- No, nunca he tenido dificultad, al contrario. A pesar que nunca he solicitado nada, nunca he pedido nada y siempre me han ofrecido cosas, tengo una suerte en eso.
- ¿Fobias a las entrevistas?- No sé, me parece algo despersonalizado, como si estuvieses hablando para el grabador y no para las personas y como me gusta compartir con las personas, integrarme espiritualmente con los seres humanos, siento que el teléfono, o el aparato éste que está aquí, es como una leve interrupción en vez de una verdadera comunicación, es por eso quizás y no por mas nada, no sé es la sensación nada mas.
- ¿Cómo poeta te has sentido realizada o marginada del medio literario venezolano?- Mira marginada me he sentido aquí en Ciudad Bolívar, porque aquí hay una buena partida de mediocres para empezar y me siento feliz de estar marginada de esa jauría. En cuanto a mi país, a la gente de mi país y en las otras partes, me siento completamente agradecida, muchas personas me han llamado, me han buscado. Se han puesto en contacto conmigo sin conocerme, para hacerme elogios, para hacerme entrevistas y eso tengo que agradecerlo porque no lo he buscado. Es decir no he tenido, vamos a ponerlo sin tanto eufemismo, que jalar bolas, para que mi poesía busque su espacio y sus lectores.
- ¿ Actualmente está trabajando en algún libro?Siempre estoy trabajando en algún libro, siempre estoy escribiendo un poema por ahí, por allá; también tengo algunos textos narrativos que estoy revisando. Comencé, además yo quiero aclarar esto, escribiendo narrativa y tengo otros libros de poemas del año 2000 y 2001, y tengo otro libro en proceso de publicación que tiene la gente de Predios, titulado "La casa sin puertas", de la cual se han publicado algunos poemas en varias revistas de distintas partes del país, cosa que me alegra mucho y me da mucha alegría.
- ¿Cómo ve a los jóvenes poetas del Estado Bolívar?No sé si aquí hay poetas jóvenes o viejos. Lo cierto es que siempre me llevo bien con la gente que escribe, a pesar de que me consideran conflictiva; pero eso es falso porque mis amigos de toda la vida son los de siempre, pasan los años y siguen siendo los mismos. No tengo amigos nuevos.
Los poetas jóvenes son a veces esos nuevos amigos que surgen gracias al puente de la poesía.
- ¿Ha publicado páginas y realizados actividades de difusión cultural en los medios de comunicación social?Por supuesto en las páginas de diarios como "El Expreso", "El Bolivarense".
Fui una de las primeras persona que escribió una columna para "El Correo del Caroní", entre ellas "El Ojo del Buho", la cual dejé de hacer porque lamentablemente se imprimía con muchos errores, cambiaban los nombres de los poetas, algunos textos no aparecían y no quise seguir ya que para mí era complicado. Así mismo publiqué en "El Expreso de la Tarde", la página "Guión", "Espacio y Raya".
- ¿Cómo son los procesos creativos de un libro a otro?Ratifico que comencé a escribir narrativa, entonces unas de mis hijas, Riolama, me cuestionaba y aducía que yo era mejor narradora, cuestión que también afirma Ana Rosa Angarita. En lo personal no sabría hacer esa división. No obstante en algunos poemas del primer libro siempre fueron textos narrativos, los cuales fui rescribiendo y el resultado final fueron poemas. En cuanto a los libros posteriores surgen de la necesidad de expresarme. Cuando no puedo dormir, cuando algún problema afectivo me asalta voy al papel y escribo hasta que el poema cauteriza mis heridas.
- ¿"Las Fieras se dan golpes de pecho" es tú mejor libro?"Las Fieras de dan golpes de pecho" contiene una literatura social, revolucionaria de verdad y no es estalinista, ni fascista, ni nada por el estilo; es una poesía contra la guerra de Vietnam. En ese momento era una empleada pública, leía el periódico en la oficina y me afectó profundamente encontrarme con esas noticias y entonces escribí ese libro. Hoy todavía me produce satisfacción debido a lo escribí todo en la oficina y no perdí el tiempo. Es aburrido y mortal estar en una oficina.
-¿Tú primer poemario fue publicado en el año de 1968?
El primero no. Los poemas pertenecen a esa década de los 60 y fueron publicado en el 75. Por cierto que para la edición de ese libro una de la persona que colaboró fue la esposa de David Natera, María Teresa. Para ese entonces ella era secretaria privada del gobernador Garrido Mendoza. Con una suma irrisoria de cinco mil bolívares se publicaba un libro, ¡imagínate tú!.
-¿"La Casa sin puertas" es el título de tu último poemario?"La casa sin puertas", es una reflexión desnuda ante la vida. Es una amalgama de tiempo, vida, sueños e historia. Para mí es complicado separar, por ejemplo, la poesía, la historia, la filosofía, la sicología, la psiquiatría. Este último libro es un todo, es la totalidad. Por eso pienso que el escritor, el poeta, el artista, tiene que leer de todo para que pueda ahondar en una concepción de la vida. Además creo en la poesía como una actitud-aptitud ante la vida.
-¿Qué opinión te merece esos artistas ágrafos, mediocres desde el punto de vista intelectual?En lo particular no los considero artistas. Lo que pasa es que si lo digo esto va a parecer muy duro. No obstante hay algunos escritores, no voy a dar nombres, que no leen, que no se preparan para enfrentar los retos del lenguaje. Los Balzac no abundan por esta ciudad, más bien existe una manada, una masa que anda por ahí suelta como unos borreguitos a los cuales hay que arrearlos para que realicen un trabajo intelectual. La literatura, el arte en general es un trabajo de reflexión, de tomar conciencia ante la belleza o lo ruin que puede ser la vida. La poesía es un trabajo interno donde va implícito la vida, el amor, las emociones, las sensaciones y el lenguaje del cuerpo.
-¿Qué poetas o escritores te han marcado como escritora?Hay algunos escritores, que de una forma u otra, he amado con intensidad.
Los he amado en la medida que ellos se han comunicado conmigo y me he comunicado con ellos. Te nombro algunos: Marcel Proust, Kafka, César Pavese, Ovidio y Teócrito me fascina. La Eneida, de donde viene la Eneida, viene de allí. Virgilio toma de Teócrito lo telúrico, el amor a la tierra, ese contacto con lo verde, con los rebaños, con lo pastoril. También está Gerard de Nerval. En Venezuela me gusta Ramos Sucre cuya influencia de Leopardi es más que evidente. Enriqueta Arvelo Larriva, algunos poemas de Bello.
-¿Algunas anécdotas con Horacio Cabrera Sifontes?Lo recuerdo mucho porque venía todos los domingos a tomar café. Hojeando algún libro con mis poemas me decía: "Como se te ocurre a ti, llamarte poeta, tú escribes muy poco, más bien lo que haces es desperdiciar el papel". Él tenía una adoración por un poeta español clásico y su visión del poeta se encaminaba por esos derroteros. Fue siempre muy clásico en sus libros como en su vida. Otra anécdota era con eso de la puntualidad. Como en ocasiones lo llamaba para invitarlo a una que otra actividad y él, armado de paciencia, me preguntaba la hora y yo le decía a la siete, Don Horacio. Yo hacía lo posible por llegar puntual, pero siempre me retrasaba y cuando yo llegaba él ya me estaba esperando. Entonces él con solemnidad miraba el reloj y me decía: "Son las siete y cinco; ya tengo cinco minutos esperándote, tú eres una gran irresponsable. Tengo cinco minutos perdidos, tú no sabes lo que vale para mí el tiempo, ta, ta, ta" Lo quise a ese señor, lo admiro todavía debido a que era mucho más preparado, en el ámbito intelectual, de lo que realmente reflejan sus libros, eso lo puedo asegurar. Era un lector de Hegel, del marxismo. Era la persona más atea y más espiritual que he conocido. Era un ateo de convicción, esa es la impresión que tengo de Horacio. Además era amoroso, una persona increíble y gran conversador.
-¿Qué opinión te merecen los trabajos críticos de Lubio Cardozo sobre tu poesía?Te digo una de las cosas que más me impresionó fue que no conocía a Lubio.
Había sido invitada varias veces a Mérida y nunca pude. Lo conocía de nombre, cómo conozco a otros escritores. Una noche estaba ya durmiendo cuando sonó el teléfono. Era Lubio, que había leído el libro "Este silencio siempre" y quería darme sus impresiones. Luego empezó a escribir un trabajo del libro "Tanta nada para tanto infierno". Por esos días tenía unas relaciones terribles con la dirección de cultura, que por cierto realizó la edición. Para su presentación invité a Lubio como padrino del libro, ahí fue que le conocí personalmente. En cuanto a los trabajos escritos por Lubio, sobre mi obra le estoy profundamente agradecida. Además su visión crítica sobre mi poesía es bastante exacta y tiene la virtud de explorar los méritos el trabajo poético como creación verbal.
-¿Tú relación con los otros poetas es cordial?¡Sí, vale cómo no! Fíjate tú que tengo una relación no sólo con los poetas de Ciudad Bolívar, sino con otros poetas del país. Incluso algunos han sido huéspedes en mi casa. Otros me han visitado como Rafael Cadenas, Adhely Rivero, Reynaldo Pérez Só, Luís Alberto Ángulo, Richard Ortega, Milagros Mata Gil, Elisa Perdomo, Francisco Arévalo, Elena Vera y otros.
-¿Qué opinión le merece este mundo cultural del país?Primero en el ámbito nacional terrible, por las muertes de algunos escritores los cuales tenían el puñal en la lengua; me refiero a Cabrujas, Argénis Rodríguez, Caupolican Ovalles, el Chino Valera y otros. Ahora hay como un silencio, como un dolor no sé. En referencia a los escritores y creadores del estado son muy pocos las personas que a mi parecer puedo considerar como intelectuales, como poetas y como escritores en mayúscula y me asomo más a reconocer a la gente de Puerto Ordaz, de Upata que a mucha gente, lamentable, pero es así.
-¿Recomendación a los jóvenes poetas?Primero que estudie, lea. Lectura, lectura hasta por los huesos. Además el consejo principal es que primero revise y luego publique. Todo está escrito y todo está por escribirse. La literatura es un latido siempre renovado y para estar a la altura de ese latido es necesario leer mucho.
-¿Es fácil ser poeta en un país tan antipoético como este?Es lamentable, es muy triste, pero tú no ves como vivo sola así, encerrada aquí. Entre estas cuatro paredes me siento resguardada, me parece maravilloso tener este espacio para mí, nunca me ha interesado lo que está allá afuera, absolutamente nada.
-¿Cómo podemos definir a Teresa Coraspe?Soy irreverente, apasionada, masoquista, amante del amor, de los seres humanos, de los amigos. Sí, a veces peleo y cuando tengo necesidad de decir las cosas como son las digo con fuerza, con dureza y después me arrepiento y soy capaz de pedir perdón y llorar hasta que algún poema me encuentra y recupero mi aplomo, hasta que recupero ese sol desbordado en mi sangre...y escribo...escribo y punto.

Poema

VI

Soy ese paréntesis
abierto por la soledad
El círculo que me aprieta
la garganta
La huella que me pisa
al desplazarme
Soy
tantos rostros
Y no me reconozco
ante mi propia sombra.

Del libro: Tanta nada para tanto infierno.

ENSAYO

Teresa Coraspe en el país de los relojes blandos
Carlos Yusti


"La poesía es una vivencia sin método donde interactúa mucho la sensibilidad, la pasión".Teresa CoraspeUn buen número de escritores asumen, sin más, que su país en definitiva es el lenguaje. Con ello quizá desean dejar en claro esa particularidad de ser individuos que le conceden una importancia exagerada a las palabras y también, sin duda, para rechazar esos patriotismos exacerbados que conducen a la heterefobia; temor y odio ante los otros, los diferentes, los extraños, lo que vienen de otro lugar. Además para puntualizar esa condición de nómada que posee el escritor, viajero (a veces inmóvil) e incansable de varias lenguas y culturas. La patria, la provincia, el país la lleva en ese elástico, volátil y mágico equipaje de su escritura. Teresa Coraspe pertenece a ese país imprescindible y necesario de la palabra escrita. Su oficio más que la de poeta es de la resistencia por la literatura, tanto leída como escrita. En su trabajo poético no hace concesiones ni al lenguaje ni a la edulcorada vida del sainete político y publicitario. Tiene fama de quisquillosa, de buscapleitos. Contrincante temible de la frivolidad literaria, de artista autista para la realidad y de la cultura como emperio de relaciones públicas donde importa más la conexión que se tenga con los personeros culturales que con la obra en sí. Detesta el analfabetismo funcional de muchos poetas que confunden lirismo de hipermercado con manejo eficaz del lenguaje poético. Tampoco soporta todo ese juego de maricocracia y componenda de los escritores oficiales que promocionan a tanto poeta venial y de fin de semana. Teresa no se anda con dobles discursos ni con sutilezas a la hora de atacar y defenderse. Insulta, grita y llora demostrando que es un ser humano, con muchos defectos, pero que tiene la sensibilidad a ras de piel y un puñal de astros en su sangre. Mitos, rumores y verdades a medias se tejen en torno a una personalidad literaria compleja. No obstante, por encima de todo el roneo ensalivado/envilecido, hay que decirlo: la poesía de Teresa Coraspe es la materia pendiente de tanto poetastro séptico que minan los caminos. Su poesía es un catálogo pasionario de esa música cuchillo que vive sonando en el corazón y le abre oídos a los ojos que miran/oyen todo ese mundo de ruidos dramáticos a nuestro alrededor. "Soy la elegida de los desahuciados/ Su homónimo/ Representante legal/sin saber/ quien es el rey de este infierno/ ni por qué me seleccionaron/ para tanta nada." Visitar la casa de Teresa Coraspe es como entrar en un barco sumergido. Un largo corredor. Los cuartos están a la derecha. Al final la cocina. Dos mesas. En una comes, charlas o tomas café. En la otra se encuentra una vieja máquina de escribir portátil. Allí Teresa martillea la hojalata del lenguaje hasta darle la forma, el brillo y la belleza feroz deseada. La casa me resulta opaca, pero Teresa la ilumina con su plática a veces serena otras exaltada. Hay cuadros y afiches, que han perdido frescura, en todas las paredes. El techo está pintado de un rojo intenso. La biblioteca se encuentra en el último cuarto donde la luz también es negada. Hay una cama y sobre ella varios libros abiertos. Es una lectura compulsiva. Me asegura que lee varios libros al mismo tiempo. Y le creo porque yo a veces lo hago cuando hago algunas relecturas. Trato de indagar como llegó a la poesía y me explica que no tiene noción exacta como la poesía la eligió. Es incapaz de explicar la motivación que la impulsa a sentarse a la máquina y teclear sin parar. Comenzó escribiendo relatos. Luego poco a poco fue sintetizando al máximo su escritura hasta que el poema se convirtió en un hallazgo. "Por eso mi penúltima casa/ la cuido y acaricio porque es la morada de este cuerpo/ que un día dejará de ser/ Yo la miro largamente para darle vida/ y que palpite como una lámpara encendida a media noche/ una casa donde el sol se las ingenia para entrar/ y acurrucarse en silencio en todos sus rincones/ y llenarla de luz como un cáliz venido desde lejos" (fragmento del poema moradas). Le digo que a su casa le falta luz, color. A pesar de eso ella me dice que muchos poetas y escritores han recorrido sus estancias como Lubio Cardozo, Rafael Cadenas, Abraham Saloum Bitar, Adhely Rivero, Francisco Arévalo, Josefa Zambrano Espinosa, Horacio Cabrera Sifontes y muchos otros. Cuenta sobre las visitas de Cabrera Sifontes. Un día este le dijo, mientras hojeaba uno de sus libros, "como se te ocurre Teresa, llamarte poeta. Tú escribes muy poco, más bien lo que haces es desperdiciar el papel". Ha publicado varios libros: "La Fieras se dan golpes de pecho"(1975), "Vuelvo con mis huesos"(1978) "Vértice del círculo"(1987), "Tanta nada para tanto infierno", "Este silencio siempre" y su último libro inédito titulado "La casa sin puertas". "Soy una botella que habita el océano/ cada segundo giro/ en su ojo abismal". Teresa Coraspe sabe cual es su lugar en la poesía nacional. Ya no la mortifican los ninguneos y las demás marrullerías culturales para obviarla. Sigue escribiendo sin importarle otra cosa que el sonido de las palabras agrupadas en esa música callada que es el poema. Para molestarla le digo que todos los poetas son una nulidad y que algún motivo tendría Platón para desterrarlos de su República. Con serenidad me responde que al poeta se le teme por que es único capaz de encontrar ese esplendor musical de la vida. El poema es un destino y un desatino. Un exilio, una crítica y una pulsación que salva y vivifica. Las leyes de cualquier república, utópica o no, sólo buscan domesticar, encadenar al ser humano, mientras la poesía trata que todo tenga alas. "No es la soledad./ Tampoco este silencio./ Son todas las cosas como un dedo acusador./He optado por esconderme, no dejar rastro./Que nadie sepa que viví un tiempo en alguna parte./Que no tengo ojos ni lengua ni oídos./Que a nadie he visto ni he oído ni hablado jamás./Que mis pies están deformes de andar sin rumbo. De arrastrarme asida con los dientes a la tierra."(fragmento del poema Este silencio siempre). Le digo que ella junto con Lyda Franco Farías y Ana Enriqueta Terán son las poetas más importantes en la actualidad. Lo digo sin ironía. Son en realidad inigualables catedrales de la poesía funcional, viva, combativa y que dignifica el lenguaje a cada golpe de metáfora. Teresa Coraspe no hace literatura con su soledad ni caza mariposas sentimentaloides con la red de su poética, no es una entomóloga del lugar común ni de la metáfora trillada de estrellas o crepúsculos y todas esas cursilerías aprendidas en talleres poéticos. Su poesía se tutea con la vida. Atraviesa los espejos, estalla entro de los objetos, abre fisuras en el aire, llega a nuestras conciencias y nos hace pensar la poesía no como palabras colocadas en una columna, sino como en ese discurso que desequilibra la realidad cotidiana. Teresa es de ese país de las palabras que ablanda los relojes y endurece el tiempo, de ese país edificado de escrituras que realza la belleza de este país real donde amamos, odiamos, lloramos y en el que nos hacemos de oídos sordo a la música de la belleza. En ese país donde vamos perdiendo todo, pero en que encontramos siempre ese sabor inesperado/ desesperado que es la poesía. "Este canto tendrá fin cuando la mañana pase del brazo con la noche/ Piso descalza sobre el filo de un puñal".

POEMAS


VIENTO NEGRO. (a: JBG)

Estoy remando, amor, remando
sobre las aguas de un río amurallado y triste
como estas olas mecidas en mis ojos
y un sólo remo para un bajel que necesita
cubrir la ruta que lo llevaría a la orilla de tus labios
a buscar la palabra no dicha
los besos agrietados y el caracol abandonado en la playa
en una esquina del camino que ha visto las mareas
y escuchado el grito de los náufragos
en la oscuridad de las noches sin luna
y faros apagados por un viento negro

Sigo con un sólo remo resquebrajado por la tormenta
tratando de borrar esta ausencia amarga
el no decirse absolutamente nada
y escuchar en la voz de los espantapájaros
el crujido de la vida detrás de los acantilados

Ciudad Bolívar, 27 de Diciembre, 2004

EL ESPEJO. 24.12.2004

El espejo mentiroso que no me habla del tiempo
refleja sólo
estados de alma inmersos en el rostro

Yo miro el espejo
ella se mira
el espejo fija su mirada en la otra
yo le hablo a ella y al espejo
escucho que guardan silencio
el espejo mira de frente mis ojos

no resiste el resplandor de la mirada

y se fragmenta

(Feliz Navidad con un poema al espejo)


FONDO NEGRO
(a Jorge Bousoño, siempre.)

Soy el fulgor de un relámpago inconcluso
Soy ese viento (fuerte) que se calma en la atadura
del instante
el ojo que se asoma desde el fondo del mar
a mirar los abismos de la soledad
adheridos a mi espalda

Soy quien tiembla
se interroga y estremece
en las esquinas dobladas de mi piel
Soy quien repasa una a una
la lectura de tus pasos
el encierro de tus ojos
el silencio mortal de las ventanas sin abrir de tu boca
Soy quien no soporta el aullido de la espera
la oscuridad de los muelles sin faro
donde he vaciado el rostro como relojes desteñidos
sobre paredes derruídas hace tiempo
Soy el modo de la desesperación más profunda
catedral diluída por el fervor de los fieles
Soy el grito del silencio en noches interminables
espinas infernales en toda la extensión del alma
Soy la descripción perfecta de un paso vacilante
la interrogante jamás descifrada
que ve en la hondura del abismo
su propia salvación.

TERESA CORASPE
Ciudad Bolivar, Venezuela, Domingo, 13 de Junio, 2004.