Cuando uno recibe un libro de poemas, de un joven poeta que nació entre grandes poetas, y donde la poesía andaba a sus anchas, descalza entre la lluvia y el viento sobre altas montañas, uno no haya qué decir, y por eso al leer el libro Durmiendo la Calle, invité a otro poeta: Alberto José Pérez (Barinas, Venezuela) para que escribiera algunas palabras sobre este libro; es que todo está cercano entre estos poetas: Lubio Cardozo, Alejandro y Alberto José Pérez.
¡¡Tantos días sin sabernos!!, dice Alejandro, en la dedicatoria de su libro, para proseguir: " En el recuerdo de esa casa tuya, que es una esquina de Macondo, entre verde y lluvia, entre tu ternura y sus cuartos de siesta mágica, te escribo esta brevísima carta para presentarme con un libro y unos poemas míos. Te los dejo, en el anhelo de tu lectura sabia y de tus momentos perfectos". Alejo.
Y uno recuerda esos días en que él y su padre: el gran Lubio Cardozo, venía por este Sur de la Guayana y nacía el encantamiento por las cosas sencillas. Por eso, este libro es la revelación de la amistad y el nacimiento de un poeta.
No sé exactamente
dónde
se guindan
los versos
donde pastan
los sueños
y
dónde
come
la esperanza
de esos pueblos
al sur
de la alegría.
Alejandro Cardozo Uzcátegui, (Zumba-Mérida, Venezuela, 1978)
ALEJANDRO CARDOZO UZCATEGUI
BUCANDO A TEBAS
Alberto José Pérez
Isabel, es nombre cristiano e imperial, en sus seis letras, respiran continentes. Pero más que eso son las hondonadas de un rostro antiguo, que hace memorable, entre la multitud, la voz del hombre. Isabel es la explosión de la vida, la casa que abre sus ventanas para que el hombre se descubra en el mundo, en la morada y esencia de la poesía:
Isa
Tatúa
Tu sonrisa
En
Mi
Tórax
Y
En
Mis
Piernas
Que
Cuando
Me
Coman
Los cuervos
-sin haber perdido a Tebas-
Quiero
Volar
Por
El
Universo
Feliz
Y
Tuyo.
Con este poema Alejandro Cardozo Uzcátegui construye la nave central de Durmiendo la Calle, que ediciones Erato puso a circular a mediados del 2008, adelantando una edad al comienzo de un siglo, asumiendo una tradición poética que le corresponde de manera esplendorosa, para, entre pájaros y sueños, mantener el juego, con todos los muertos que habitan, la noche de la tierra, única y desconocida, ante el árbol, el río y la montaña.
Y como la muerte es una fiesta, el poeta, la canta como tal ante la ausencia de algunos que se han marchado, Pepe, el querido Pepe y El Diablo, seres entrañables, dueños, con Isabel, del corazón del poeta. Alejandro difumina las distancias que la neblina encierra y captura en su palabra el espíritu de su ciudad, para que “ los pájaros controlen/ los aires y el sol”.
En el poema JOSE ROJAS “ EL DIABLO”, aparece Zumba, lugar nativo del poeta donde barranco abajo, en un vuelo que todos recuerdan no haber presenciado, se fue el
hombre que luego en casita de girasoles capitanea la pasión memorística de la historia real del pueblo. En fin, la poesía de Alejandro como la del Chino Valera Mora,
Libre de ataduras y limpia, por bonita y sonora, cautiva los sentidos de quien la escruta en sus puntos cardinales:
JOSE ROJAS “EL DIABLO”
José Rojas El Diablo
Te caíste de un barranco de Zumba,
Un villorio
Donde dormían los dioses,
Donde mi abuelo se hizo un dios
Antes de morir con el dulce aroma de la nicotina
Y de las flores
De las lágrimas
De su hija
Y de su nieto gigante y dormido.
José Rojas, El Diablo
Pero hoy quiero cantarte a ti,
Viéndote borracho y cirrótico y feliz y ronco,
Tu voz carraspeaba-áspera-como el camellón de piedras
Los cascos de caballos insolentes
Y
Altivos
Naciste dos días antes de cristo en 1945,
Y te caíste borracho y volador
Por aquel despeñadero un 16 de febrero de 2002.
Los zumberos te hicieron una tumba-casita,
Y la llenaron de girasoles,
Y pusieron tu nombre
No pusieron tu hígado, que todos sabíamos
Que podía volar,
Pero ese día voló
Y no recuperó altitud
Y te mataste
Como quien quería
Llegar a Ejido.
4 comments:
Dónde ando? donde anidan los pájaros y canta el viento, en alguna montaña solitaria, meditando sueños...
De todo un poco Teresa, duelo, reacomodamiento, temporada alta en la ciudad, mucho trabajo, calor, familia, uffffffff!!!! de todo, la vida misma.
Pero aunque no me veas , estoy...
Besos y Abrazo...Gabriela
Querida Gabi: hablas de duelo, pero puede ser una metáfora. Estoy contenta por haber vuelto al blog., estoy pensando en tu selección de mi poesía; pronto estará en mi blog, pero tengo que cumplir en este sitio, muchos compromisos con la poesía y los poetas. Un abrazo grande desde aquí. Teresa
Querida ... querida amiga, de nuevo visitándote por aquí para dejarte mi saludo y mi presencia ... no sé como es que he podido dejar de leer estas páginas llenas de tanta poesía, de tanto amor, de tanta vida ... que me vuelven a atrapar, ojalá para siempre ... Siempre es siempre, tu lo dices ... Siempre amiga, siempre, Isabel
Gracias, Isa, sé que recuerdas que te hablé de Alejandro y de Lubio cuando me visitaste y acababa de recibir su libro: Durmiendo la Calle; ¡qué bueno encontrarte!, ¿encontrarte me pregunto? ¿Acaso se encuentra realmente a alguien detrás de todo este misterio que es la técnica, de toda esta mentira, inclusive la mentira que es la vida misma?. Creo que esta parodia de país me está tocando demasiado fuerte. Bueno, él cree que es para toda la vida, será que se cree Dios, ¡ese enfermo! Pero hay una realidad de cincuenta años en otra parte y ¡por Dios y los dioses que no se repita ese atroz silencio aquí! Nada hay como la Democracia, con todos sus defectos, que sí los tiene y por montón. Creo que me descargué contigo esta tarde. A Jorge le publicaron un poema en Sinalefa; creo que no podrá recibir la Revista, allá lo único gratis es la boca cerrada, y los puertos esperando balsas...¡qué triste, tú lo sabes, lo sabemos! ¿Acaso es poco desde el 2003? Siempre, Teresa.
teresacoraspe@gmail.com
teresacoraspe@cantv.net
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