Monday, June 02, 2008

Un poema de Francisco Alarcón, Venezuela




ABATIMIENTO

Quizá siempre, o muchas veces mire al mundo con tristeza
El triunfo si lo hubo no fue nunca para mí,
Los fracasos siempre fueron eso
Miré al infinito con ojos de vidrio, de invidente

Hoy, todavía no lo sé,
Ni con tu ayuda he podido resolver mi problema
¿Por qué tanto abatimiento?
¿Por qué tantas flores negras?

Me muero por vivir y vivo muriendo,
No como el Quijote, sino con angustia real
No es una novela que se explaya en el tiempo
Es un cuento corto que no ha conseguido su final

Miré siempre el finito de las cosas antes de comenzar,
Sin embargo, casi siempre logré llegar donde quise
Pero no lo disfruté, lo deshice en el camino
Di tumbos, los sigo dando, no concluyo

¿Por qué? No lo sé

Mi rumbo no es normal, pero es propio
No soy Cagliostro,
El espacio me dejó verlo desde variados ángulos
Unas veces fui lo que quise ser, otras no

¿Por qué tanto abatimiento?

Tuve amigos y enemigos, soy existente
Tuve vino, pan y mujer
Tuve y tengo sueños pero también pesadillas
Será real está vida de inconformidad

El alcohol no la llegó a destruir
No la mitigó, la traicionó cruelmente;
Sigo en el camino viendo figuras y contrafiguras,
Renuente a veces a continuar

Quiero hallar en ti todo,
Cuando todo no existe, aunque así lo queramos
Más no sé si aspiro a la vida o a ese todo
O me desvivo en la nostalgia para vivir abatido

Pronto, quizás lo encontraré
Pero no se lo diré a nadie,
No habrá comunicación en el ausente
En la visión eterna, sin disculpas, sin agravios

¿Descubriré la razón de mis abatimientos?
Solo con ella la imponderable muerte,
¿Me lo revelará todo, me dirá porqué existí?
Me llevará a mi libertad en paz
Si es así: ¡Gracias amiga mía!
Alejandro Peña Esclusa, Francisco Alarcón y Américo Martín
en el bautizo del libro de poemas de Alarcón.
Caracas, Venezuela.

3 comments:

Pedro Pablo Pérez S said...

Soledad y dolor en un camino que despliega la vida, trazando lineas que concluyen en la muerte.

Con pausas y reflexión he seguido la lectura del poema.

Un abrazo

Gabriela said...

Un poema que se comienza a leer, y la habitación se empieza a tornar con luz de nostalgia, profundos pensamientos, que recuerdan que a veces se hicieron las mismas preguntas.

Saludos, Teresa.

Gabriela.

Unknown said...

Reflexiono en ocasiones sobre la muerte, que es compañera fiel de cada vida, reflexiono cuando el alma tengo herida, el corazón cansado por las ausencias, llegando siempre a la misma conclusión, que hay que vivir con, o sin bendición, para ponernos en nuestro sitio está la vida. ME HA GUSTADO MUCHO EL POEMA desde España Antonia