Insistiendo en el tema
Ella era transparente y azul e intempestiva,
era de granito, de últimos consejos del abuelo
y de cometa que se rompe en el recuerdo.
Llegaba tarde, pero no puedo culparla
porque al acercarse me devolvía las manos.
Descubrió que las huellas son palabras abandonadas
por alguien que no pudo quedarse,
descubrió –también– que al dormir
somos esos que buscamos despiertos.
Había en sus manos cierto de otros que no cesa,
cierto de noticias cargadas de tinta y de balas,
cierto de mí que no retorna.
Había en sus labios cierto de distancia
–distancia de nombres, no de pasos–
que sólo puede ser medida con mis venas.
Había en ella cierto amanecer junto a mis noches.
Ella, aguacero que corta,
partitura del viento,
metáfora de mi soledad;
ella, que aparece cuando quiero extrañarla,
ella, que se deja amar y abre los ojos,
ella que jura que me detesta.
Ella, la que era,
quien fuera,
ha despertado, hoy, en mi cama.
5 comments:
Buena poesía .Felicito al jurado por tan buena selección.
Siempre llevando la palabra en la voz del poema en un mundo que lleva alas.
Bellísimo el lirismo de tu poetiazar.
Con cordialidad, desde Argentina,
Silvia Loustau
Felicitaciones Rene!
tu poema se va deslizando suave.
Te felicito, René, muy bueno lo que escribiste. Merecías el premio.
Saludos desde Argentina
Pedro Pablo, Silvia, Mónica y Griselda, les agradezco en el alma sus palabras cómplices hacia mi poesía. Un abrazo, mil gracias
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