Lo cierto es que no siento este escrito como un poema, me parece una conversación necesaria con una persona que me recuerda
al personaje de Herman Hesse
Teresa Coraspe.
El astrónomo Caldeo (el lobo de las estepas)
A tí, que lo sabes.
A tí, que lo sabes.
UNA MUJER
Una mujer cuando es una mujer
debe recordar siempre el lugar del regreso
así las huellas se adhieran a la tierra
no debe regresar con las manos llenas de olvido
sino con las mismas rosas que recibió
en el primer encuentro del beso y el abrazo
ataviada de lunas y estrellas como el primer día
dando gracias a los astros por lo vivido
y escuchando sus augurios porque ellos no mienten
Una mujer siempre debe ser una mujer para el amor
y cuando algo deje de ser y de existir
que no haya culpa ni culpable
sino que es la vida que todo lo transforma
a su breve paso por la existencia de los seres
Así es como llegan estas palabras
a quien vino de Caldea una noche
astrónomo surgido de las navegaciones
en alta mar y voces desleídas por los vientos.
Instala sus manuscritos que va descifrando desde una azotea
que lo acerca a lo eterno en el sin fin del cielo
Nunca lo conocí , supe de él a través de una casa que no existe
tipo cabaña en lo más huraño del monte,
ahí lo vi como un roble cansado por la dura existencia,
sólo su silueta cubierta por un abrigo oscuro, de espaldas
no pude saber qué matices tendría su mirada.
Todo fue como un viaje impreciso que se fue diluyendo
al llegar el día. Una noche bastó para el misterio
lo demás fueron conjeturas de la gente del lugar. Sin embargo,
sé que existe por esta punzada dentro de mi que es de verdad
y duele como esos alfileres que me persiguen tanto.
Yo camino descalza entre la lluvia, siempre voy así
y me invento recuerdos
las mentiras me ayudan a vivir.
20.11.2009
no debe regresar con las manos llenas de olvido
sino con las mismas rosas que recibió
en el primer encuentro del beso y el abrazo
ataviada de lunas y estrellas como el primer día
dando gracias a los astros por lo vivido
y escuchando sus augurios porque ellos no mienten
Una mujer siempre debe ser una mujer para el amor
y cuando algo deje de ser y de existir
que no haya culpa ni culpable
sino que es la vida que todo lo transforma
a su breve paso por la existencia de los seres
Así es como llegan estas palabras
a quien vino de Caldea una noche
astrónomo surgido de las navegaciones
en alta mar y voces desleídas por los vientos.
Instala sus manuscritos que va descifrando desde una azotea
que lo acerca a lo eterno en el sin fin del cielo
Nunca lo conocí , supe de él a través de una casa que no existe
tipo cabaña en lo más huraño del monte,
ahí lo vi como un roble cansado por la dura existencia,
sólo su silueta cubierta por un abrigo oscuro, de espaldas
no pude saber qué matices tendría su mirada.
Todo fue como un viaje impreciso que se fue diluyendo
al llegar el día. Una noche bastó para el misterio
lo demás fueron conjeturas de la gente del lugar. Sin embargo,
sé que existe por esta punzada dentro de mi que es de verdad
y duele como esos alfileres que me persiguen tanto.
Yo camino descalza entre la lluvia, siempre voy así
y me invento recuerdos
las mentiras me ayudan a vivir.
20.11.2009
3 comments:
Qué charla, amiga. El principio, lo que es una mujer o debe... es exquisito.
Yo te habrá llegado el bautismo del libro, como verás, Venezuela está presente siempre en mí, pues tengo muy buenos amigos...
Besos.
Gabriela.
FOTO DEL CELULAR DE MARITZA GARRIDO, AMIGA SIEMPRE PRESENTE.
UN ABRAZO QUERIDA. TERESA.
Hola admirada y querida poeta y amiga Teresa, recibe mi humilde reconocimiento por el hermoso poema UNA MUJER, el cual, para mi, transmite mucha fuerza y al mismo tiempo posee la melancolía que reflejan muchos de tus poemas, lo que hace que toque la sensibilidad del lector y lo involucre en sus versos. Exitos, tu siempre amiga, Maritza Garrido.
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