El día como realidad y la noche como una visión de una otra realidad;
¿cuál es la verdadera de las dos, la que se vive, la que se sueña? Dime lector amigo,qué piensas tú.
Ha habido una sequía fuerte, tanto como lo está mi corazón; sin embargo, hoy amaneció con algunas gotitas de llovizna, delicada, también como mi corazón que, se resiste al silencio, al abandono. Las flores no han dejado de estar presentes, tanto en el patio como al frente de mi casa; los pájaros no han dejado tampoco,de visitar este refugio donde siempre tienen para beber y algunas migas que dejan el loro, dos gallos y una gallina; los perros no, siempre están pendientes de todo hasta de no dejar nada para los otros animales que llegan. Anoto cada instante en la memoria, cada recuerdo que pasa, ese recuerdo intangible y lento como la espera. He soñado mucho con tsunamis, sólo que cuando el mar se aproxima embravecido, ya está dispuesta una especie de barco protector que lo ataja y devuelve, así que nunca arrasa nada. El paraje de mis sueños es un bosque, una casa blanca y alta con unas columnas como de iglesia. Ahi, creo que me hospedo. El soñar de anoche fue más extraño: los barcos o barcazas para atajar el tsunami eran lanchas grandes, habían tres para llenarlas de personas y arrancar tan pronto el mar se acercara; esperé mucha gente para llenarlo pero sólo entraron muy pocas personas, entre ellas una amiga, así que no me sentí sola. Luego, el mar llegó y tampoco pasó nada. Me veo bajando una especie de templo y pienso: este lugar tan blanco es para sacerdotes y sacerdotisas, y yo qué hago aqui, me pienso a mi misma. No sé por qué de nuevo estoy en ese sitio y era gente de la China; llego con un señor muy respetable que tiene su brazo sobre mi hombro para curiosidad de los demás, me sorprendo cuando uno de ellos me dice: "bienvenida a la familia", me imaginé siendo la esposa del señor que me abrazaba. Todo lo sucedido he tratado de analizarlo después, una mujer china que limpiaba la parte baja de la casa de bachacos que se comían las matas; yo pensando en regresar a mi casa y no sabía siquiera dónde me encontraba. Pero sucedió que al despertar y pensar en mis sueños, me sentí incómoda por haber despertado y volver a la diaria rutina, hubiese querido permancer en ese sitio de penumbras y gente extraña, tsunamis y barcos y temiendo la llegada del mar que, volver a pensar en que no estás por ninguna parte.
Teresa, 6 de abril, 2010, un día en que hay niebla y promete una buena lluvia. Para tí, Manuel que siempre estás conmigo y me acompañas.
2 comments:
Los sueños siempre presagian algo, o nos indican los deseos.
De algunos deseamos despertar lo antes posible, y con otros anhelamos seguir recorriendo esa aventura imposible a veces de descifrar, pero que tiene cierto encanto que nos atrae.
Uno espera a veces que un tsunami de abrazos nos ahoguen las costas de la esperanza. Pero se siente la soledad que solo un hombro acude en nuestro auxilio. Ver gente de rasgos diferentes, tal vez signifique querer estar en otro país, que no significa que sea china… Y de repente encontrarse en un lugar donde solo parece haber reinas, o gente de luz, tal vez estés en ese lugar, a la espera de que el príncipe arribe a tus costas.
Tal vez, y solo tal vez… ver ese barco que se aleja en el mar, como dice el libro de los sueños, signifique que quién sueña tiene las ilusiones desbordadas, llenas de buenas intenciones, pero hay que amarrarse a tierra.
Un fuerte abrazo Teresa, volviendo más que cansada y sin voz a la normalidad.
Gabriela.
GRacias, Gabi eterna; siempre andas de un lado para otro; por eso nunca te pierdes en el camino. Un gran abrazo, eternamente siempre. Teresa.
PD: Freud decía que un sueño es un deseo realizado, no lo sé, creo que es mejor decir que nuestra mente nunca duerme realmente. Me gusta soñar tanto dormida como despierta. Gracias por tu interpretación...
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