Sunday, April 13, 2008

Una tarde, todas las tardes (Un poema de Teresa)


UNA TARDE, TODAS LAS TARDES...


No entiendo nunca las tardes
no aceptan la noche que viene silenciosa
para cobijar nuestros sueños y pesadillas
No las tardes como ésta
en que no hay mesas con flores ni inciensos y velas
ni botellas de vino aunque sean vacías para llenarlas de olvido
No las tardes de melancolía más profunda
No las tardes con el látigo del relámpago
sobre mis espaldas, tardes pálidas y grises
que traen un grito de dolor insoportable sobre la vida
Tardes que me acercan a vislumbrar un pedazo de muerte
en mis pupilas, tardes negras como gota de sangre
coagulada en el alma.

4 comments:

Rafael Rattia said...

Como la visión de Heráclito de Efeso cuando dice que el tiempo es un niño que juega a los dados o un promontorio de escombros dispuestos al azar. Tu poesía está llamada a permanecer más allá del implacable paso destructor del tiempo. Ya eres intemporal poeta. La fuerza lírica de tu estro poético va a contracorriente del devenir y ello le confiere un plus de originalidad tan extraño como difícil de hallar en los días que corren de este anémico y exangue siglo XXI. ¡FELICITACIONES TERESA!
Salud y poesía!
Rafael Rattia

teresa coraspe said...

Un crítico de arte tan genial como tú, que me escribas estas palabras, me llena de orgullo; no orgullo por lo que escribo, sino por tu imperecedera amistad y eterna devoción a mis poemas. Le agradezco a la vida haberte puesto en mi camino, y conocernos; luego esta inquebrantable amistad...voy por un abrazo para ti, Rafael. Teresa.

Gabriela said...

A veces hay mañanas, tardes y noches que no se entienden, que el vaso siempre parece vacío y que los relámpagos cortan el aliento convirtiendolo en sufrimiento...pero por suerte esos sucede a veces.


Gabriela.

Unknown said...

Querida Teresa: porque hay personas cómo tú, merece ser la vida vivida, es mucha la distancia que nos separa y serían mucha las preguntas que te haría, mas yo no concibo la vida sin poesía, sin persona que se asoman a una ventana y dicen a cara descubierta lo que piensan, sienten y temen esas personas que cómo tú nos abren las puertas por tener sed de conocimiento un abrazo teresa Antonia