SPUTNIK
El Sputnik, primer satélite artificial de la tierra, cumple 50 años en octubre.
se pudo llamar princesa primero principal prisma pirámide previo panorama
se llamó como sus padres prefirieron: camarada
minúsculo girador
luna de artificio
invento que hiciera trepidar nuestros sueños tan jóvenes
entonces prometían girar en torno al universo
satisfechos creadores humanos
de una eternidad lumínica
tendríamos así ventanas de ultracosmos
veloces instrumentos decodificadores de otros idiomas celestes
sonidos de algún dios tan distraído
que olvidó conocernos
hacernos sentir hijos de algo
en vez de gusanitos suicidas
depredadores
antojadizos pregoneros de la farsa
no seríamos ya víctimas de invasiones extraplanetarias
ni de destrucciones perennes en cada ángulo de la postración
prometían
prometían
algunos más menos creíamos
otros menos más
sospechábamos de lo perfecto
o soñábamos perfeccionar lo sospechoso
y en las antípodas del experimento
los que siempre supieron saben sabrán
cómo envolvernos
con preciosísimos papeles de colores
cintas de regalo primorosas
se preparaban para recibir el vuelo del Sputnik
en sus compuertas de mercado
ah los sueños parpadeados
las todavía insepultas llamaradas
los huesos aturdidos
todos en cola de aquel satélite irredento
precursor al de Laika consumida de miedo
tenemos universo unipolar tan merecido
halcones de asalto en las células torturadas
espantos en cada dentadura
como para habitar feroces la maleza
desesperar el hambre y sus abismos
desconocer la infancia cosmonauta
Roberto Bianchi, Brasilia, 30 de Agosto de 2007
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