Saturday, November 25, 2006

ESE AMOR, (el de Yann Andréa por Marguerite Duras)

¿ Quién es esta persona que lleva ese nombre? En forma textual dice la portada: "Es imposible vivir conmigo, con un escritor, es imposible, lo sé". Solía decirle Marguerite Duras a Jann Andréa, su último amante. Y sin embargo la célebre escritora y ese joven desconocido vivieron juntos la historia de amor más compleja, poética y "durasiana" que jamás se haya contado.

En el libro "Ese Amor", Yann Andréa cuenta cuándo la conoció, los cinco años que pasó escribiéndole sin conocerla, era el año l975, y cinco años duró la correspondencia que ella recibía sin contestarle, hasta que un día (l98O), al llamarla por teléfono ella le dice: "Venga a verme". El va y se queda para siempre. Ella tenía 65 años, él 27. Un caso Freudiano, tal vez. Yo no lo sé. No se separaron nunca hasta la muerte de ella el 3 de Marzo de l996. ¿Qué otra explicación cabría para la gente común? Yo tampoco lo sé. Y no hubiera sabido de ese nombre: Jann Andréa, creado además por la conocida escritora y cineasta de quien había leído hace tiempo un guión bellísimo: "Hiroshima mon amour", que se hizo inolvidable para mí, y que está incluido en el conjunto de textos seleccionados en el libro: Sexualidad y Erotismo, (Monte Avila Editores, l97O) de varios autores, y que aparece subtitulado: Sexualidad Provisoria, que en realidad no lo fue tanto, porque así como quedó en la memoria del lector debió grabarse en quienes lo vivieron si no fue sólo un acto de creación de Duras. Y ahora, después de todo ese tiempo transcurrido, en el diario "El Nacional", un día Domingo, de hace algunas semanas, por azar, una publicidad de una librería de Caracas, donde se promocionaba el texto en referencia. Llamé al número indicado. Sólo silencio. Insisto. No recibo respuesta. Llamo a Josefa Zambrano, gran persona, extraordinaria amiga, narradora, ensayista y para completar criminóloga, quien con ese gesto de amistad me lo hizo llegar rapidísimo y con una fotocopia anexa de una carta que la Duras le enviara a Marie-Pierre Fernandes y de quien podemos conocer en detalle leyendo la obra de Josefa: "Taumaturgias del Verbo", Predios- ensayo, l999. Cuando recibo el libro, su primera lectura me conmueve, quizás no tanto por el estilo que imita al de MD., y las imitaciones nos desagradan, sino, por esa historia de amor tan conmovedora; esos sentires tan auténticos como si desde los tiempos del Romanticismo alemán: Novalis, Heine, Hölderlin, vinieran a instalarse en el alma de algunos seres que tienen el privilegio de sentirlos. Y Yann es receptor de la magia, tiene fibra y se conmueve y así con una pausa tan lenta como suave nos va narrando como otro guión superpuesto al de Duras, donde evoca cada detalle, con un lenguaje cinematográfico increíble, la historia de Ese Amor, y así uno va siguiendo párrafo tras otro situaciones que han sido vividas y que se van desnudando como una cámara entre los ojos.

La relectura la hago obligada, así como este texto, por el comentario de un amigo a quien yo le regalo una fotocopia de "Ese Amor", y surgió alguna divergencia interpretativa del mismo, aquí explico para él y los que lean estas páginas, mi punto de vista sobre lo que Yann Andréa publica en recuerdo de Duras.

El libro se va leyendo o se deja leer solo, y eso es importante para el lector. Nos cuenta una historia vivida (vida-autor-obra) en un estilo directo, sencillo, sin pretensiones intelectuales, ¿falla? ¡En absoluto!, donde no tan sólo la biografía, sino la autobiografía, nos involucran en momentos desgarrantes, soportados por Yann que surgieron a la muerte de Duras, ese fatídico 3 de Marzo de l996, a las ocho de la mañana, un día Domingo, tal como lo describe: "en esa habitación de la calle Saint-Benoit", en París. Es un universo que el vivir diario fue creando, día a día, con sus minutos y sus horas, con las mañanas y las tardes, donde la cotidianidad no puede faltar. ¿Acaso falta en alguna vida?, pero... un lugar de lo cotidiano enaltecido por el arte, el inmenso de Duras por la escritura y que Yann supo tan alto valorar: "Todos los hombres a sus pies cuando usted quiera...sin ningún miedo de su parte y los hombres lo temen. No quieren esa clase de mujer, esta inteligencia que ve la debilidad de los hombres, su torpeza irremediable. No se soporta a alguien que ve hasta ese extremo. La abandonan. Encuentran a otras mujeres, bellezas, tocados, perfumes, conversaciones perfectamente nulas, eso no importa, lo prefieren.

La dejan. Yo no. Yo resisto. Insisto. Me quedo". Y Yann se quedó para siempre, hasta ese final, porque ese amor comenzó con una verdad: Unas cartas. "Venga usted"; pero también pudo haber comenzado con una mentira: la historia de una mujer con un gorrito, en algún museo del mundo, en una ciudad cualquiera con un río, o no; aquí o en París, con el Sena; porque así comienzan los amores con verdades o mentiras. Y cuando leemos este libro a uno le pareciera que la vida nuestra es inconclusa, fútil, banal. ¡Cuánto se necesita de una experiencia como la narrada en Ese Amor, para sentir que la vida sí tiene sentido de ser vivida; no tan sólo por la ansiedad de la escritura, sino por la necesidad del lenguaje del cuerpo, y las ansias y todo lo demás: como decir: ¡Me gustas!, y que esta sola palabra encierre todo el universo del amor.

"Una habitación en Hiroshima. El, un japonés.
Ella, una francesa. Se encontraron el día anterior.
Pasaron la noche juntos.
Ahora es la madrugada".
"...me gustas. Que acontecimiento
Me gustas". (Hiroshima, mon amour, Marguerite Duras.)

Teresa Coraspe, 2002,Ciudad Bolívar-Venezuela.
teresacoraspe@cantv.net

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