FRAGMENTO CON RECORTES ESENCIALES EN SU CONTENIDO...
Ayer pensaba en La Habana, inclusive llamé a Isabel y nada, como siempre. Pasaron imágenes entre mis ojos; quizás la de un Café cerca del mar con una muchacha cubana llamada Kenia, mulata, que me acompañó en tu lugar. La imagen persistente de otra joven frente de mi, muy joven, con un turista extranjero que podría ser su abuelo; esto no se nota cuando el hombre es el mayor y carece de importancia; más si es la mujer quien es mayor, se dice que es corruptora de menores. Todo esto no pudo concluir sino en un poema, que además de fuerte es un Contrapoema y por tanto un puñal como dice Yusti que tengo en la lengua. En la lengua, digo que no, pero sí en la imaginación interminablemente... Y busco los cauces perdidos de un reloj marcando las pautas en una pared a derrumbarse; ese amor que se incendia, que recuerda y no se da por vencido. Y así llegué a vislumbrar la azotea, lugar de refugio donde llegaron las estrellas a mis manos y tuve la cercanía de tus ojos y la triste sombraoscura de faroles que como espantapájaros alumbraban la ciudad desierta:
Todo para concluir en esta luna que va hacia sus manos. TC.
LA LUNA GÓTICA DE LA HABANA EN MIS RECUERDOS:
Desde ese balcón de la calle de Isabel, allá en La Habana
en la Calle Muralla, sale una luna gótica
empinándose sobre las azoteas y hace juego con las paredes
subiendo encima de los aires
por donde señalan el límite del cielo
y cómo el mar va y regresa
una tarde de paseo en ese pedacito de tierra que es Regla
donde una virgen morena como las arenas tostadas
nos descubre el misterio
y nos exige rosas
para cumplirnos las promesas
Todo en tejido de magias
y extrañas brujerías milenarias
sitio simbólico que hechizan al corazón
Y tú, La Habana, nacida desde la misma sangre
preñada de nostalgias
¿qué busca tanta gente por tus calles y de qué puertos vienen?
Con su morral al hombro miran lascivos el taconear
de las muchachas frente al Malecón
y el mar cautivo guarda como un cofre sellado
las historias, las que sabe imperecederas e imborrables
porque ciertas son aunque se recuerden a escondidas
cuando el sol ya no está
y la noche se expande
y su sombra sobre la ciudad cae
borrando las luces mortecinas sobremanera pálidas
y yo me abrazo a tus muros altísimos/
a tus calles y paredes verticales
a la soledad más espantosa/
y vuelvo a mirar las historias que cuentan las paredes raídas
en la comisura de tus labios sellados
mientras el sol perdido detrás del horizonte
se acurruca y se sienta a la orilla con un manojo de rosas marchitas
que pudieron llegar desde tus costas en viaje de arcoiris.
Teresa Coraspe, 14 de Enero, 2007
CONTRAPOEMA: MALECONEANDO ( Para una próxima ocasión)
1 comment:
Es una descripción bastante realista de lo que conocemos actualmente del mundo de La Habana, y que, personalmente, me acerca a mis orígenes.
No en vano, en los lugares cercanos al Malecon cubano y en los alrededores de las calles de la vieja Habana, nació, creció y jugó mi madre, hija de unos emigrantes canarios, que hicieron su vida y construyeron su futuro en esta ciudad alrededor de una venta en la vieja habana
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