Saturday, June 30, 2007

NINA REIS (Brasil)

Poemas de Nina Reis del libro: TODAS LAS MANZANAS DEL PARAÍSO.
(Una visión más completa de su poesía)



I - Génesis

24
Otra vez las mariposas invadieron mi casa
y yo quedé avergonzada
fui hasta su cuarto
y vi que presas en el techo
las mujeres bordaban los capullos.
Mi silencio cabía en cada hilo.
En consecuencia
mil pedazos de mariposas envejecidas
caían.
A veces insomne espero su llegada
y el vapor de sus pies viene primero.
Abro todas las cortinas
y la sombra desnuda de su torso
entra.
¡Ven!
Siéntate en el almohadón
casi destruido por el tiempo.
No hay miel ni incienso
todas huyeron llevándose las pajas y el fuego.
¡Ven!
Siéntate en la casa prometida
los higos ya están maduros
yo misma preparo el baño.


DESVELO

25
Salomón me hizo cantar en la casa vacía
cuando desconcertada y triste
-como un recién nacido me
miraba en el espejo.
¡Ven!
Siéntate en la casa de azules mariposas
rápido
porque la luz está trémula.
Un viento fresco crecerá en mí
¡Ven!
Siéntate en la casa nueva
espera el canto de la cigarra
porque adorné mi cintura e invité a las mariposas,
la luz quedará opaca después de algunas lunas.


SILENCIOSO BATIR DE ALAS


No hay reloj en mi casa
los fantasmas andan sin prisa
y cuidan de sus secretos.
Nadie separa las túnicas ni los turbantes
porque todo está lejos de las manos.
La araña teje sola.
No hay reloj en mi casa
Sirvo el té cuando todo está perfecto
y la luz no es sólo un detalle.



26
¿Dónde se escondió su espíritu?
De madrugada los juncos sentirán frío
y las lagartas maldecirán el día de su nacimiento.
(Me consuelo a escondidas.)
Casualmente descubrí que la lluvia abortó
y estaba próxima la muerte del geranio.
No escucho más el agua
ni tengo compasión de los muertos.
Estoy cansada
pero nadie corta su propia carne
con mano cerrada y huérfana.
Libres son las mariposas
que me consuelan en silencio.
Mis senos amamantaron una boca pagana
Mis labios adoraron un unicornio.
Libres son los pensamientos que ya pecaron.
Locas son las palabras susurradas
27
II - Redención y éxtasis
CAPULLOS
Una procesión de mariposas entró.
Eligieron esta tierra como testigo de mi desdicha.
Las luciérnagas cambian los días por las noches
e idolatran a las ninfas creadas de la promesa.
Me ofrecieron como sacrificio,
por mi culpa sus pies estaban heridos.
No contengo el llanto
y un desconsuelo quema mi boca.
Las mariposas se fueron y se multiplicaron.
El cielo y la tierra no se mezclan.
Me visitó un profeta y temí por su palabra.
Rompí el odre macerado de vino.
Yo era vieja cuando los serafines
vinieron a lavar sus alas
y me encontraron llorando.
Cerraron la puerta y se llevaron las llaves,
Todavía vi, en el reflejo de la luz,
una mujer pariendo mariposas.
NACIMIENTO

28
Las mariposas giran en círculo en la pálida noche.
Las flores parecían dormir con los ojos abiertos.
Después del invierno
las crisálidas presas
y las margaritas hambrientas.
Llovió sobre las huellas del benteveo
que anunció el crepúsculo.
El sándalo determina su llegada.
Está hermosa la noche.
Apresurada olvidé las sábanas
cubrí la cama con hojas de canela.
Mi vientre creció como la luna llena.
Nadie me vio tejer, ni desear dátiles.
Mi alegría cargaba viento.
El mamboretá suplica en mi nombre
pues conoce el secreto.
Mi corazón estaba afiebrado y mi boca seca.
Un rayo me atravesó e hizo brotar una fuente.
Abrí mis piernas
escuché el gemido del río
que corría por debajo del puente.
Mil mariposas abrigué en mis brazos.
Estaba amaneciendo.

DANZA

29
Centenas de mariposas danzan
cautivas de mi sueño.
Otras tantas vinieron de las profundidades
del cielo y de las aguas.
En la alas moradas y duras traían a mis antepasados
que se mezclaban al eco de mi presencia.
Mi abuela llegó transparente y fría
trayendo en las manos sus manuscritos.
Precisa entender que nada es definitivo.
Centenas de mariposas danzan
con alegría y gozo vieron a mi padre
cuando atravesaba la puerta. Todo parece ausente.
Soy la heredera.
Me fue concedido reposar en su regazo.
Él me presentó como testigo y confía.
Centenas de mariposas danzan
crisálidas de mi sueño.
Piadoso es el aire que las alimenta
cuando el fuego les consume las entrañas
y la palabra es misterio.
Bendita luna honra a esta mujer
porque nadie sabe su nombre
sólo las mariposas que peregrinan y danzan
partiendo la noche en quimeras.


30
Un ejército de libélulas vigila la puerta.
Estoy callada
porque las palabras se disolvieron como polvo.
Antes yo era la esposa del profeta.
No me acostumbro a las rejas en las ventanas
ni al olor acre que arde en la piel.
Construí un abismo donde escondo mi última
sombra.
Cuando yo era pequeña
tenía miedo del cuco.
En la oscuridad, entonces
dormía entre las piernas de mi tía.
Hoy a mi lado duerme una luna poeta
cargada de sueños, imágenes y trovas
que comparto con otras lunas mujeres.
Las moscas son testigo del dolor
que dejo caminar en los pies de mis hijos.
Hace tiempo que no veo el arbol de la llama
con sus vainas maduras
no siento el perfume de Isis
ni hago el amor en una cama de romero.
COMPARTIR

31
Acaso sobrevivo amada por otras.
La hora del regreso está lejos
y el otoño envejecido de días negros.
¿Quién me estará esperando?
La ciudad me asusta,
parí antes de tiempo fetos con las bocas azules.
¿Quién me estará esperando?
La lluvia moja los poros abiertos,
antes que se abran los paraguas.
Con el mirar perdido por detrás de la bruma
lloraré litros de agua todavía más salada.
¿Quién me estará esperando
cuándo encuentre al cazador de mariposas?

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