" Aunque sean tonterías, ¡escríbeme!
Miro la muñeca
donde debería estar
el reloj que no uso,
espero la hora o el minuto
para que algo me despierte
del tiempo encantado de la nada.
Entonces me sale el ruego cotidiano:
aunque sean tonterías, escribime:
que perdiste el colectivo,
que no encontrás las llaves,
que te enamoraste de un tulipán,
que extrañas el beso apurado
en las mañanas,
que comiste un sándwich
y anhelaste los fideos
compartidos de la comida de anoche,
que esperabas
que los últimos tres llamados fuera yo
y no clientes.
No sé si te pasa lo mismo que a mí
-como dice la canción-
pero ahora en este instante
de un silencio que no acaba,
deseo que me escribas
aunque sean tonterías.
Gabriela Abeal
6 de abril de 2007
1 comment:
No se como he llegado o llegó mi poema aunque lo intuyo. Pero gracias aunque me de verguenza leerme.
Gabriela Abeal.
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