Saturday, June 02, 2007
UNA MUJER SE ALEJA DESCALZA ENTRE LA BRUMA DE LA TARDE
UNA MUJER SE ALEJA DESCALZA ENTRE LA BRUMA DE LA TARDE
(palabras que pretenden ser un poema)
a JORGE BOUSOÑO GONZÁLEZ
Voy caminando sobre las espinas abiertas de la tarde
con el grito apretado entre mis labios
quiero verlo estallar y romper este silencio
que aturde y se adhiere entre la piel.
El abismo de la nada (que sé dónde queda)
enseña su ojo y dientes afilados
no podía proseguir no podía
busqué y he buscado sin encontrar jamás
el lado de tu rostro que diseñé con el barro de la espera
No es fácil, no lo era, construir con hierros encendidos
alrededor
y las distancias dispuestas a cercarnos
para borrar las huellas insomnes
yo deseaba fusionar dos vidas entre una
yo anhelaba lo que no era posible
yo quería la lentitud de tu mirada en la mañana despierta
vagué buscando una respuesta
y la desesperación fue el logro tatuado entre mis hombros
así anduve poseída por la inconformidad y el desasosiego
en medio de una desesperación delirante
Presentí que las cenizas apagarían tus ojos y los míos
Encendí la hoguera con el mismo cansancio de mis pasos en el recuerdo
al cansancio de tus pies
era la forma de borrarte de borrarnos
la respuesta no habla en absoluto de ti
me niego a descifrarlo
Vino la lluvia y un viento incontenible en el tapiz de la ventana
observé los árboles furiosos y las piedras que una a una caían
entre mi boca las mastiqué lentamente
tanto que las fui transformando en arena que hacía sangrar mis labios
Nada era extraño y sí lo era: una mujer se aleja descalza por la tarde
es mayo que también se va se pierde en la tristeza
Quizás una sonrisa un rictus de dolor
así se va al origen de las cosas idas
ella, como siempre, regresa a la inversa de su sombra.
1º de Junio, 2007
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2 comments:
Poema de Teresa Coraspe, Ciudad Bolívar, Venezuela
No sé por qué de repente sentí que así se sienten muchas mujeres que buscan ser libres sin ser vistas con miradas acusadoras. Es precisamente eso, el desasosiego de no hallarse en una sociedad que coloca jaulas y que al enfrentar la ola entonces vuelve arrastras a la orilla con una baja en las energías... Sin embargo, las feministas siguen caminando, siguen luchando, así como lo inició Mary Wollstonecraft y lo continuaron las sufragistas.
Que bello escrito!
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